sábado, 24 de marzo de 2007

Presentación

Cuando me pregunto por el mejor álbum de rock o jazz de la historia ya no puedo eludir la idea de que la cuestión, en sí, es una trivialidad. Hay demasiada música circulando en el éter, muy diversa además, como para pretender que un solo álbum los gobierne a todos desde un pedestal. Hay algunos discos bastante malos, otros bastante buenos y, entre estos últimos, ciertos que merecen llamarse "obras maestras".

El humilde objetivo de este espacio es presentar al lector algunas de estas obras maestras mediante reseñas que, en la mayoría de los casos, ninguna esperanza tienen de hacerle justicia a la música que referirán. George Steiner, un notable ensayista francés, decía que al hablar de música "el lenguaje cojea"; con esta frase, sintetiza la imposibilidad de traducir el lenguaje musical a la adusta matriz del verbo y, contiguamente, la futilidad de la crítica musical como ejercicio definitivo. El hecho de que, aún así, algunos lo intentemos, viene a exponer cierta ingenuidad de nuestra parte o, más bien, un empeño encomiable en lograr ecuaciones imposibles.

Las palabras sobre la música no intentan jamás reemplazar el ejercicio de escuchar. Tampoco aspiran situarse a la par de él. Pero si, chapoteando a lo largo de sus propias limitaciones, éstas logran que el lector descubra obras musicales previamente desconocidas, suceptibles de ser atesoraradas para siempre en su rotación regular de audio, se puede decir que habrán cumplido con creces la misión encomendada.

Muchas de estas obras son bastante oscuras para el público en general. Otras, en cambio, han sido consagradas con los años por el mercado y la radio. No importa realmente. Calidad artística, poder expresivo, cualidades innovadoras y coherencia conceptual serán algunos hilos conductores que unan bajo un mismo techo a vacas sagradas y joyas ocultas. La idea es que, con el tiempo, el blog se vaya convirtiendo en un compendio referencial de aquellos discos absolutamente escenciales del rock y el jazz.

Sin más para decir, los dejo a la espera de la inminente primera entrega.