1.- Promises Kept (Sharrock)
2.- Who Does She Hope To Be? (Sharrock)
3.- Little Rock (Sharrock)
4.- As We Used To Sing (Sharrock)
5.- Many Mansions (Sharrock)
6.- Once Upon A Time (Sharrock)
Es casi imposible exponerse a la melodía inicial de Promises Kept sin un gesto de reverencia, aunque éste sea apenas un pestañeo de algo similar al asombro. Hay un aura marcial e imponente en las espirales que Sonny Sharrock diagrama con su guitarra; y solo ese riff puede atesorar tan improbable proporcionalidad entre lo hermoso y lo violento. Porque si un par de calificativos merece Ask The Ages en su totalidad, ése es el de hermoso, y el de violento.
Hablamos de un disco instrumental y de un disco de jazz, en principio. La formación de cuatro sale al ruedo con Sonny Sharrock en guitarra, Pharoah Sanders en saxo tenor, Elvin Jones en batería y Charnett Moffett en bajo. Todos ellos nombres de calibre, aunque al público más orientado hacia el rock, como es lógico, no le evoquen nada demasiado concreto. Pharoah Sanders ha sido rotulado por Ornette Coleman como el más grande saxofonista tenor del jazz, para empezar. En los albores de su carrera, allá por los años '60, tocó con gentuza como John Coltrane (Meditations, Ascension) y Sun Ra. Después, Elvin Jones también tocó un tiempo con Coltrane, participando en ese seminal álbum llamado A Love Supreme (1965). Charnett Moffett, por su parte, es un excelente bajista free-lance cuya particularidad es la de ser mucho más joven que sus compinches de ocasión (tan viejos son que ya murieron, excepto Sanders).
Sonny Sharrock, por su parte, es una figura relativamente umbría en el mundo de jazz, o una rara avis: es el único guitarrista relevante que, a lo largo de una carrera intermitente, se ha puesto a disposición del free-jazz y otros ramajes más bien de vanguardia. Su estilo tiene por bien espantar a los puristas con acordes robustos, feedback salvaje, solos desquiciantes y toda clase de calurosas bienvenidas a la disonancia y el caos. Su música, por ese motivo, tiende a ser mejor digerida por mentalidades rockeras que por aficionados al jazz hecho y derecho. Aún así, la fusión de Sharrock exige un corazón fuerte y un paladar curtido que se banquen el arquetípico solo interminable o el más que ocasional freak-out de ruido blanco. Quien los pueda abordar, decubrirá también momentos de intensa poesía sonora.
El amo también se inclina.
Ask The Ages es el álbum cumbre de Sonny Sharrock, y tanto es así que, a poco tiempo de grabarlo, el tipo se murió de un ataque al cuore cuando estaba a punto de firmar con un gran sello por primera vez en su vida. Es como si un Dios verdugo de hombres hubiera sentenciado: "con Ask The Ages, no hay nada más que este negro pueda hacer por el mundo". Sus monstruosas notas culminan un legado que había comenzado a resurgir en los años '80, a través de su participación en la banda avant-garde "Last Exit", y de discos como Guitar (1986; grabado en solitario con doblajes de su propio instrumento) y Seize The Rainbow (1987; con riffeos sacados de algún tema imaginario de Deep Purple).
Pero es aquí en esta magnífica pieza de confusión e himnos que el tipo saca de la galera sus más aceitados recursos. Explosiones endemoniadas de ruido se emplazan con paisajes elegíacos que empequeñecen al mejor Santana. Pharoah Sanders no se amilana en absoluto y, como si su saxo estuviera enchufado a algún tomacorriente del infierno, produce una torrencial descarga en lo que muchos consideran su performance definitiva. Los temas, enteramente compuestos por Sonny, son uno más memorable que el otro. Si Promises Kept brota como un géiser de alegría y pasión, la meteórica Many Mansions apelotona tres acordes de miedo que bien parecen los versículos de alguna sesión perdida de King Crimson. La ardiente y nocturnal Who Does She Hope To Be? urde una melodía tan sustancial que suena como la banda de sonido de nuestros recuerdos más vivos. El cierre triunfal de Once Upon A Time, por su parte, nos aleja más que nunca de las estructuras básicas del jazz, para ubicarnos en una contextura de tribu afro, y regalarnos un riff de guitarra que está entre los sonidos más extáticos registrados de este lado de la existencia.
Pero cada tema celestial resulta finalmente un ardid para abandonarnos en las más borrascosas tormentas de watios y sinsentidos, que se extienden como un cáncer terminal por el espectro sonoro. Sobre todo en los dos Goliats del álbum, Promises Kept y Many Mansions, Sanders y Sharrock se carcomen los cesos en duelos que no reparan en indulgencias ni colores pastel: por momentos, parece que sus instrumentos van a acabar partiéndose en pedazos. El disco puede imaginarse como una montaña rusa extensa, rigurosa, agotadora, que busca el poema en la articulación más enfermiza y que entiende la emoción desde su ángulo más inestable. Lo extraño de su factura es que aún en esos pasajes tan brutales hay un rincón para lo invitantemente bello.
¿Qué intenta hacer, en definitiva, Ask The Ages? Seguir ocultando lo ya oculto e insistir con lo ya dicho: que el arte musical está hecho primero de lugares y espacios en la mente del oyente (lo oculto), y que el sonido (lo dicho) no es más que puentes que se van tendiendo o anclas que se van echando. Si el título del álbum pareciera, sin modestia alguna, preguntarle a las edades si hubo jazz-rock más relevante que éste alguna vez (a ver qué nos contestan), el apellido de Sharrock y su isomorfismo no deja de ser sorprendente: género e intérprete son sinónimos.
BAJAR ALBUM
(192kbps)
Ver al dorso:
Last Exit - Last Exit (1986)
Sonny Sharrock - Guitar (1986)
Sonny Sharrock - Seize The Rainbow (1987)